Golden Rabbit

      Escucho a lo lejos los pasos apresurados en el pasillo, los murmullos de personas fuera de la habitación y el ya habitual "beep" de las maquinas, pudo sentir la sabana bajo la mejilla y sus ojos negándose a abrirse. Se había quedado dormido otra vez, alzo su celular desganadamente para ver la hora: 7:34 a.m

      Aun tenía tiempo para dirigirse a su no muy lejano lugar de trabajo, agradeció en silencio el haber intercambiado el primer vuelo con un colega, tendría al menos un par de horas antes de tener que irse, se sentó apropiadamente y procedió a estirarse, con los músculos de la espalda quejándose por haber dormido en tan incomoda posición y estrujo sus ojos con la palma de su mano mientras estos se acostumbraban a la luz. El ya usual olor a alcohol, medicinas y un ambiente completamente estéril invadió su nariz y dio un suspiro.

       Sus ojos entonces se posaron sobre el rostro de la chica frente a el y sentimientos encontrados lucharon dentro de su pecho. Se veía hermosa, impasiva y pacífica, con su pecho elevándose y cayendo suavemente al ritmo de su respiración, el verla así solo le recordaba lo diferente que ella era de esa imagen: espontánea, terca y vivaz. El recuerdo hizo que una sonrisa amarga apareciera en su rostro. ¿Cuánto tiempo más tendría que esperar para ver esa sonrisa burlona? ¿Volvería a verla en absoluto?

       Su mano izquierda que jamás había dejado de entrelazarse con la de ella, aun dormido, le dio un pequeño apretón. No sabía las respuestas a aquellas preguntas, pero juro que esperaría lo necesario. Los primeros meses fueron los mas difíciles, pero esto no hizo que los venideros fuesen más llevaderos, pensaba en ella todo el tiempo y seguiría haciéndolo. Dio otro pequeño suspiro pensando en el día que le esperaba, pero abrió los ojos y sonrió levemente al verla, se inclino sobre ella y le dio su acostumbrado beso en la frente con sus manos aun entrelazadas.

       "Te veré mañana mi Kitten" susurro mientras unía sus frentes por un momento antes de retirarse.

        Se puso su gorro y tomo su maletín, dejando siempre el des entrelazar sus dedos para el final, pero al intentarlo, sintió una fuerza poco común proveniente de los normalmente adormecidos dedos de ella. Abrió sus ojos carmesí, atónito ¿De verdad había sentido eso? ¿O era otra jugarreta de su mente como en ocasiones anteriores? De la impresión tuvo que sentarse, con los ojos viajando de su rostro a sus manos.

        No... Definitivamente aquello había sido real. Desato sus dedos de la manera más cuidadosa, como si sostuviera algo hecho de frágil cristal y tomo su mano entera, acariciando la piel con su pulgar.

        "Kitten... Si de verdad te moviste... Por favor... Hazlo de nuevo" pudo sentir la anticipación en la manera en la que su voz temblaba.

        Observo fijamente su mano por unos segundos y entonces vio como sus dedos se flexionaban ligeramente para apretar los suyos y entre sonrisas llenas de emoción noto las lagrimas que se deslizaban por su pálida y delicada piel. El día estaba empezando a iluminarse... en todos los sentidos.


                                                                          **************


        El niño de cabellos como la nieve se había resignado a cerrar los ojos y a recibir todas las agresiones de aquellos niños mayores que él, no quería pensar en las raspaduras y moretones que le dejaría el enfrentamiento en su delicada piel, solo esperaba a que el momento terminara ¿y todo para qué?  para limpiarse, inventar alguna excusa para sus heridas y esperar a la siguiente persona que expresara físicamente su odio hacia el por verse diferente, no importa que tantas veces lo cambiaran de orfanato, siempre encontraría ese tipo de persona y los adultos nunca supieron cómo lidiar con esa situación, si les contaba lo que había pasado probablemente lo cambiarían de hogar de nuevo y había llegado hacia apenas dos días!


        Se encontraba absorto en sus pensamientos, en un intento de alejarse de su dolorosa realidad cuando una voz aguda desvió su atención y la de sus atacantes, era una niña... Pequeña y con ojos grandes y dorados.

        "¿Que están haciendo aquí?" De repente la situación azoto a la niña y la rabia se escucho en el tono de su voz "¿Es el niño nuevo? Déjenlo en paz ahora mismo!"

        "Lárgate Katy! Esto no es asunto tuyo!" respondió uno de los chicos al tiempo que se dirigía al chico y hacia rebotar su cabeza contra la pared.

        Esto enfureció aun mas a la niña, quien se dirigió al niño más grande que ella y le dio una fuerte patada entre las piernas, dejando al chico retorciéndose de dolor, cuando el otro niño que lo acompañaba la agarro con brusquedad de su corto y achocolatado cabello.

        "!Y tu quien te crees que eres!" Le grito el chico de cabello negro con una expresión mezclada de ira y sorpresa.

        Como respuesta la morena aun sin soltarse del agarre le mordió el brazo, lo suficientemente fuerte para dibujar sangre. El niño la soltó para revisarse la herida y ella aprovecho el momento de distracción para dirigirse al niño que calculaba de su edad y le tendió la mano.


                                                                                     ****
     

        Por un momento pensó que él sería la siguiente víctima, aquella niña se había encargado de dos niños más grande que ella y ahora le estaba tendiendo una mano, con una expresión mezclada de compasión, irritación y apuro. Wow, esos ojos dorados sí que eran expresivos!

        "Ven conmigo! De prisa!!"

      La voz le hizo reaccionar y tomo la mano ofrecida rápidamente, dejando que ella lo guiara mientras corrían fuera de la zona de lavandería, dirigiéndose a un árbol que se encontraba a unos cuantos metros detrás del orfanato.

      Era un enorme árbol con lianas de las cuales la niña se agarro y empezó a trepar, pero al mirar hacia abajo y ver que su compañero de fuga solo la observaba boquiabierto, resoplo con un deje de irritación.

      "Ugh! ¿Vas a quedarte ahí todo el día o vas a subir? Te encontraran si te quedas ahí!"

       Eso fue suficiente motivación para que el niño tomara la liana y empezara a subir también. Una vez arriba se tomaron un momento para recuperar el aliento, hasta que ella rompió el silencio.

       "Te ves horrible... que les hiciste para que te dejaran así?" dijo pasando sus dedos por una zona roja en su brazo que seguramente terminaría siendo un moretón.

       "Yo no hice nada! Iba a ayudar a recoger la ropa de las cuerdas para acostumbrarme al lugar cuando esos dos se me acercaron y empezaron a golpearme, diciendo cosas como 'te crees mejor que nosotros no?' y cosas así!" respondió el hijo de luna mientras abrazaba sus rodillas.

       "Ah... Imbéciles.... Pero no te preocupes, suelen molestar a los nuevos pero jamás vi que golpearan a alguien así ¿por qué no te defendiste?

       El solo respondió subiendo los hombros y mordiéndose los labios, ni siquiera el había entendido porque se había rendido tan rápido... o tal vez sí, pero no quería admitirlo.

       Hubo un momento de silencio en el que ninguno supo que mas decir, pero de nuevo fue ella quien hablo primero.

       "Uhm... Soy Katherine por cierto..." dijo jugando con su cabello y preguntándole su nombre con la mirada

       "Oh, mi nombre es Nathaniel... Gracias por... Ayudarme antes" respondió y le ofreció una sonrisa sincera

        La pequeña Kate se sonrojo un poco antes de mirar a otro lado... "No fue nada" dijo en un susurro.